La diferencia entre ficción y realidad está marcada en nuestros productos culturales. Desde Carlos Castaneda hasta William Burroughs o el mismísimo Lovecraft. Los bienes simbólicos que consumimos de alguna manera nos marcan y nos transmiten mensajes que muchas veces no tenemos la disposición de entender. Si hay algo que nunca tendremos que reprocharnos como humanidad es la falta de imaginación. ¿Debería existir un límite a la imaginación? ¿debería existir un límite en el arte?
Hay una confusión colosal que exige evidenciarnos ante una realidad que nos toca. Por lo tanto, en nuestro caso no cabrían frases del tipo “yo no sabía que esas cosas pudieran existir”. La física cuántica nos habla de universos paralelos y hasta podemos experimentar sobre la existencia de un multiverso, según las hipótesis que afirman que existen universos diferentes del nuestro propio.
Hay quienes dicen que ya está todo escrito. Lo cierto es que en medio de nuestra grabación en el campo, lejos de la civilización, apareció de la nada un libro cuyo título es: “Manual de experimentos parapsíquicos 1”, de William Jon Walkins. El libro estaba completamente húmedo, con hojas pegadas y con olor a lluvia. Casi diría que estaba mojado, pero pudimos rescatarlo y hacer que se sequen cada una de sus hojas y hasta un juego de cartón sobre ejercicios de precognición que traía consigo.
Existen dos cuestiones fundamentales para tratar de entender este fenómeno. La primera es que en Chepes, el lugar donde grabamos nuestro EP, no llovía desde hace mucho tiempo, por lo tanto no había ninguna razón para que el libro estuviese húmedo y mucho menos con olor a lluvia. La segunda, un poco más escalofriante, es que hace algunos años atrás, por esas cuestiones de la vida, ya había llegado a nuestras manos por medio de un amigo el “Manual de experimentos parapsíquicos 2”, del mismo autor y de la misma editorial. ¿De dónde salió el manual 1? ¿Quién lo dejó allí y por qué? ¿Quizás algún ser de otro tiempo o alguno de nosotros, desde otra dimensión? Nunca sabremos su procedencia o quizás sí. Lo único que sabemos es que el libro existe, está en nuestro poder, y esta canción es un fragmento inspirado en sus palabras.